Con motivo de la celebración del Día de la Paz,hemos estado trabajando en 2º ESO B el tema de la convivencia y el respeto entre compañeros.A lo largo de la semana,junto con el profesor de apoyo en la materia de Lengua Castellana se han ido elaborando cuentos y los alumnos los han ido leyendo en la biblioteca.Tanto Jesús Bermejo como la que escribe estamos muy contentos de los resultados obtenidos en el grupo.Jesús les escribió un relato con datos significativos de los que ellos habían escrito y se lo leyó.Muchas gracias,compañero.
Ahí os dejo el cuento para que disfrutéis de su lectura...
EL TRIUNFO DE LA AMISTAD
Para mis alumnos y alumnas
de 2ºB con la esperanza de que
solucionen sus problemas.
Miguel y Khaled se conocían desde niños, habían pasado toda su infancia en el colegio y ahora estaban empezando la etapa de la adolescencia en el Instituto “San Martín” de Talayuela. Miguel había nacido en Navalmoral de la Mata y Khaled en Marruecos, por lo que los dos eran, de una forma u otra, extranjeros en ese pueblo, aunque sus DNI indicasen lo contrario. Siempre habían estado juntos, habían jugado a los mismos juegos, se habían reído de las mismas tonterías, habían hecho las mismas travesuras; siempre juntos. En el colegio bromeaban, constantemente, con otros compañeros y compañeras, pero desde el respeto y la tolerancia, si caer, en ningún momento, en el insulto o en humillar al contrario.
Habían llegado a 2º de ESO y el curso les parecía muy difícil, lleno de retos que superar; pero el desafío más importante lo veían a su alrededor; en su clase, muchos de sus compañeros y compañeras no se respetaban y estaban constantemente gastando bromas muy pesadas que, la mayoría de las veces, acababan en peleas. Algunos y algunas lo achacaban a problemas en casa pero ambos amigos conocían casos difíciles que, sin embargo, fueron superados, como la madre de su amiga Fanny o el padre de Marcos, que había conseguido ser músico, su ilusión de toda la vida.
A la vuelta de las Navidades, en clase de Lengua, todos y todas contaron lo que habían hecho esos días: Roberto contó cómo, a pesar de quedarle cinco su madre le compró un regalo y le perdonó, animándole a que estudiase mucho más en la siguiente evaluación; Carla narró su aventura, en el pueblo de sus abuelos, con sus hermanos Felipe y Jorge; Claudia hizo lo mismo en su viaje a Barcelona; Ismael, exaltado, disfrutó relatando como el pueblo había contribuido a hacerle un regalo por Navidad, pues su familia no tenía medios este año; Loufti había decidido leer Cuento de Navidad de Dickens y, entre risas, resumió lo que hacían aquellos extraños fantasmas; Tifani, como delegada de clase, aprovechó para reivindicar algunas “cosas” que habían pasado en la primera evaluación.
Cuando llego el turno de Miguel, este miró a Khaled y ambos se levantaron a la vez; la clase los miró extrañados. En ese momento, por turnos, contaron, con verdadera devoción, lo que habían hecho en esas fiestas. Ilusionados recordaron los días de campo, junto a Diego, hermano de Miguel y conocido en el pueblo como “el cazador”, y sus perros Rocky y Daco; de como un día se encontraron una bandada de gansos, perdidos tras una tormenta; de sus horas jugando al clash royale, con el príncipe oscuro, las valkirias y las arqueras que, como todo el mundo sabe, son unas pequeñas niñas que disparan flechas; de sus risas, la algarabía y buen humor en la boda de Rodaina y Mounsif. Las carcajadas estallaron en el aula cuando los dos amigos narraron cómo
habían confundido a un señor con el “rey mago Baltasar” y Miguel aseguró que se había encontrado con el hermano gemelo de “Papá Noel”.
Cuando acabaron su intervención, la profesora les puso de ejemplo ante la clase :"ojalá todos y todas os llevarais igual de bien. ¿Os dais cuenta de cómo la amistad no conoce límites ni fronteras?" les espetó. Todos callaron. En ese silencio Miguel se dio cuenta de que su amistad con Khaled era extraordinaria, no pasaba desapercibida en el instituto y, mucho menos, en su clase de 2º de ESO, donde, casi todos los días, había indicios de peleas, insultos y “rifi rafes” sin sentido.
Aquella noche no pudo dormir, no dejaba de dar vueltas al asunto y se preguntaba si tenía el deber de hacer algo al respecto. Ese día, en el recreo, lo comentó con Khaled y este estaba de acuerdo en lo de “hacer algo” pero ¿el qué?
Entonces se acordaron de un niño que se interpuso ante una pelea en un partido de futbol y que recibió una medalla por ello; aquel niño sería su fuente de inspiración, si habían conseguido sorprender con su historia a su clase de 2º de ESO, estaban seguro de que sorprenderían a todas las demás clases, al menos, no pasarían desapercibidos.
La directora del Instituto acogió con inmensa alegría su propuesta y el equipo directivo se puso muy contento, dos alumnos habían decidido impartir una charla a cada clase relatando su amistad, como un ejemplo a seguir, como un estandarte de tolerancia, como una meta donde el respeto y la educación sirven de baluarte hacia el futuro.
Todo el Instituto hablaba de ellos.Algunos grupos los empezaron a imitar, como cuatro chicos de 1ºde ESO y dos chicas de Bachillerato; sus exposiciones estaban resultando un éxito y ambos amigos desbordaban alegría. Su ilusión aumentó cuando algunos profesores y profesoras les invitaron a que presidieran la gran manifestación que se iba a celebrar, en el Instituto, el próximo 30 de enero, con motivo del “Día de la Paz y la No Violencia”.
Ellos aceptaron encantados, eran conscientes de que estaban haciendo algo bueno, algo provechoso por el bien de la comunidad educativa de la que formaban parte y en la que cabemos todos y todas. Tenían la esperanza de que los problemas de su clase iban a disminuir; y cesarían los insultos, las amenazas y las peleas. Entonces las clases serían más productivas, aprenderían mucho más y no se perdería tanto tiempo. Por todo ello, estaban muy satisfechos; sabían que no podían cambiar el mundo pero que podían ayudar a transformarlo en un lugar, un poco más, agradable.
J.B.
El próximo 30 de enero de 2017 ¡Feliz día de la Paz y la No Violencia!... trabajemos para que podamos celebrarlo todos los días.